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QUIEBRA CONTROLADA

SE ACABO EL TIEMPO DE CHRYSLER: ALIANZA MUNDIAL CON FIAT

El acuerdo con los acreedores no se cerró y finalmente uno de los tres colosos de Detroit tuvo que tirar la toalla; de ahora en más entra técnicamente en un proceso de quiebra controlada que no le impide seguir operando y cerrar el acuerdo que venía transitando con Fiat.

Pasado el mediodía, el presidente Barack Obama convocó a una conferencia en la Casa Blanca y después tensas reuniones con los acreedores no le quedó más remedio que declarar oficialmente un final anunciado: a pesar de los esfuerzos del Departamento del Tesoro para que se alcanzara un acuerdo se pide oficialmente para Chrysler una bancarrota controlada.

Ese acto abrió las puertas para el acuerdo con la casa italiana. Un comunicado posterior aclara: "esto permitirá a Chrysler y al Grupo Fiat optimizar totalmente sus respectivos planes de manufactura y su base de proveedores a nivel mundial, y al mismo tiempo brindarse un acceso adicional a nuevos mercados. Los trenes motrices y componentes de Fiat también serán producidos en fábricas de Chrysler".

El mandatario aclaró que el proceso de reestructuración “será rápido y eficiente y está diseñado para llegar a un acuerdo con los acrredeores que bloquearon una reestructuración por fuera de la vía judiucial. Asimismo el pedido de bancarrota no interferirá con las operaciones de la compañía ni las vida de sus trabajadores”.

El presidente tuvo duras palabras para el grupo de compañías inversoras que sabotearon una restructuación de la deuda. La administración Obama delineó a través del Departament del Tesoro un acuerdo según el cual proveerá a Crhysler de hasta hasta 3.500 millones de dólares en financación y se quedará con el 8%. El gobierno de Canadá, por su parte, girará alrededor de 800 millones y retendrá el 2% de las acciones.

EE.UU. ha transferido 280 milones de dólares a un programa de garantías para la empresa. El proceso de reestructuración puede llegar a 90 días.

Desde la filial local aclararon con mucha precisión que dichas negociaciones no afectan de manera directa el desarrollo de las otras unidades de negocios de Chrysler por fuera del país del norte.

Desde fines de 2008 el gobierno de Obama viene generando préstamos y exigiendo un plan racional para que la compañía se sustente. Tal como informamos la semana pasada, el 1 de mayo era el límite que Obama le había dado; a partir de ese punto Crhysler no tendrá más acceso a préstamos públicos y sólo le queda declararse en suspensión de pagos.

En la semana, el New York Times, especuló con que el preparativo del Departamento del Tesoro para la suspensión de pagos tenía la intención de presionar a los tenedores de bonos de la compañía. La renegociación de u$s6.900 millones de deuda que tiene la automotriz con un consorcio de bancos y fondos de inversión es el principal obstáculo para completar la reestructuración de la empresa.

Según el Wall Street Journal la declaración de quiebra no significaría el fin de operaciones de la empresa, pero daría lugar a un proceso de reestructuración en el marco del cual podría tener lugar el proceso de adquisición por parte de la automotriz italiana Fiat.

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