El finlandés se impuso en la competencia que se disputó por los caminos de Jyväskylä y aventajó por 13s7 al francés del team oficial de Volkswagen, con una velocidad promedio de 125,440 km/h, consiguiendo ganar la prueba más veloz de la historia de la especialidad.
De esta manera, Latvala alcanzó la segunda victoria de la temporada y la decimocuarta de su carrera, que lo ha situado como escolta de Ogier en el Mundial. “Ha sido una de las mejores actuaciones de mi vida. Hoy estoy orgulloso de ser finlandés. He tenido una temporada difícil, pero ganar la prueba de casa es como ganar la mitad de un campeonato del mundo. Me he centrado por completo en este rally durante tres semanas. Después de mi decepción en la última cita de Polonia, decidí que mis aspiraciones al título se habían esfumado y me concentré totalmente en la preparación de Finlandia, lo que ha dado sus frutos”, comentó el finés.
Mads Ostberg (Citroën DS3) completó el trío de punta a 1m23s1 de Ogier. El noruego heredó esa posición cuando su compañero de equipo, Kris Meeke, rompió la suspensión de su coche el sábado, después de chocar contra un árbol.
Ogier, que sumó la máxima bonificación de tres puntos al ganar el Power Stage, incrementó su ventaja en el campeonato a 89 puntos y podría hacerse con su tercer título en el Rally de Alemania, a finales de este mes del 20 al 23 de agosto.