Cuando en 2012 te contamos los planes de la marca respecto a su familia de sedanes, el C-Elysée quedaba confinado a Turquía, países de Europa Central y Argelia, y para el palomar reservaban el C4 Lounge.
Sin embargo, desde fines de 2015 quedaron atrás los desfasajes que se producían al aplicar las alícuotas del impuesto interno al sector, con lo cual la movilidad del segmento B, el más popular de la industria automotriz local dio lugar al ingreso de nuevos competidores, entre ellos el C-Elysée.
En este marco, el C-Elysée llegó para ocupar un lugar vacante en la gama de Citroën Argentina en precio y tamaño, ubicándose entre el C3 tope de gama y el más económico de los C4 lounge.
El mayor aporte que hace al portfolio de la casa francesa el C-Elysée, comienza por su silueta tricuerpo, con dimensiones de 4,42 metros de largo, una distancia entre ejes de 2,65 metros (5 cm menos que el C4 L) lo que brinda una destacada habitabilidad a los pasajeros de las plazas traseras. Su baúl cuenta con una capacidad de carga de 506L.
Puertas adentro, el tablero de instrumentos (dos cuadrantes de aguja y otros digitales) y panel de a bordo son muy simples y conocidos, como el display digital del C4 Hatchback (2009).
El instrumental, con calidad de encastres y materiales adecuadas, es altamente intuitivo, salvo las teclas de los levanta-vidrios eléctricos (4) que están agrupadas en la consola central.
Además cuenta con aire acondicionado con display digital, computadora de a bordo, espejos eléctricos, tapizado de tela y radio con AM/FM, con lector de MP3, conexión auxiliar, puerto USB y Bluetooth, entre otros.
La posición de manejo es adecuada y se encuentra con facilidad, gracias a que la del conductor ofrece ajuste en altura. El volante con buen grip, incorpora controles de radio y del regulador de velocidad crucero detrás del aro. La barra de dirección no admite regulación en profundidad.
Mecánicamente y a diferencia del que se comercializa en otros países, el motor es el naftero 1.6 de 16 válvulas de 115 CV (equipa al C3 brasilero), acoplado a una transmisión de cinco velocidades. El sedán registró una aceleración de 0 a 100 km en 12”segundos, y un consumo promedio de 7,1 L por cada 100 kilómetros.
Con este conjunto mecánico y considerando que incluye control de estabilidad, el modelo ofrece un buen confort de marcha, con buen nivel de insonorización y un bajo nivel de filtraciones de aire, a lo que se suma la dirección con asistencia eléctrica, que permite maniobrar en forma relajada.
El sistema de frenos suma ABS y repartidor electrónico, con una frenada firme ante la exigencia. Logramos detenerlo desde los 100 Km/h en 54 metros. La suspensión es confortable y firme; los amortiguadores en tanto se hacen sentir, sobre todo los traseros ante imperfecciones del camino. En ruta su andar es firme, tanto en rectas como en curvas.
La dotación de seguridad del C-Elysée es superadora entre sus competidores, ya que equipa de serie doble airbag frontal, airbags laterales, control de estabilidad (ESP) y anclajes Isofix para los más pequeños. Además, cuenta con tres apoyacabezas en las plazas traseras con cinturones inerciales de tres puntos en cada una, faros antiniebla delanteros y traseros, y sensor de estacionamiento trasero.
El Citroën C-Elysée se comercializa en argentina en una sola versión, la “Feel” a 316.500 pesos, con una garantía de dos años sin límite de kilometraje.
El nuevo sedán de los chevrones, aunque es el que ofrece mayor habitabilidad por su distancia entre ejes, compite en tamaño con el el Fiat Grand Siena, el Volkswagen Polo, el Ford Fiesta sedán, el Chevrolet Cobalt, el Nissan Versa y el Renault Logan. Este año el Grupo PSA incorporará a su marca Peugeot, el modelo 301.