La Cayenne, el primer SUV (y el más grande) de Porsche, ya cuenta con su tercera generación, la cual presenta diversos cambios en la estética exterior e interior, el equipamiento y la mecánica.
El nuevo SUV cuenta con 63 milímetros más de longitud para llegar a los 4.918, un ancho de 1.983 y una altura con 9 mm menos que la segunda generación, con la que comparte la distancia entre ejes de 2.895 mm pero se diferencia por ahorrar 65 kilogramos de peso.
En cuanto al diseño, el modelo combina el estilo conocido con nuevas soluciones tanto en el frontal como en el sector trasero, donde posee nuevas ópticas unidas por un listón con iluminación con LED.
En el interior, la última evolución de la Cayenne se destaca por incorporar el estilo más moderno de la marca, entre lo que se incluye una generosa pantalla horizontal para la consola central.
A eso se le suma la dirección trasera, el control del balanceo de la carrocería, el sistema de selección de modos de manejo (con cinco opciones) y la suspensión neumática que varía la altura del vehículo.
Otra de las novedades del SUV -y de la marca- es el sistema de frenos Porsche Surface Coated Brake (PSCB), un disco de hierro fundido con revestimiento de carburo de tungsteno que reduce el desgaste y el polvo de freno. Se ubica por debajo de los discos cerámicos.
Si nos referimos a los motores, el Cayenne cuenta con un naftero 3.0 con seis cilindros, turbocompresor, 340 CV y 450 Nm, mientras que el Cayenne S tiene un V6 2.9 con doble turbo, 440 CV y 550 Nm.
A eso se le suma la nueva caja Tiptronic S, automática con ocho velocidades, y la tracción integral activa. El primero acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y el otro, equipado con el paquete Sport Chrono, hace la misma prueba en 4,9 s.