Andes de la llegada del ix45, un modelo totalmente nuevo que lo va a reemplar, Hyundai le saca más jugo aún a su eterno, viejo y querido Santa Fe. Pero como este modelo ya tuvo un rediseño a principios de este año, ahora le vuelve hacer unas ligeras modificaciones para mantenerlo lo más actual posible, que afectan tanto la carrocería como el interior, además del equipamiento y los motores, ahora más eficientes.
Exteriormente estrena diseño de llantas de aleación, faldón en paragolpes delantero y algunos elementos ahora están pintados de plateado. Además la parrilla tiene un contorno cromado más evidente y la oferta de colores se enriquece con nuevas tonalidades. En el interior los materiales fueron revisados para transmitir superior calidad y los zócalos de las puertas fueron rediseñados, además de la palanca de cambios en las variantes automáticas.
En equipamiento llega el control de descensos en las versiones automáticas y el volante puede ser calefaccionable en los niveles más completos. Por su parte los equipos de sonido han sido actualizados para mejorar en calidad y prestaciones, contando en todos los equipamientos con puerto USB y entrada auxiliar de audio.
Los motores disponibles son todos conocidos. Los nafteros son el 2.7i V6 con 174 CV que ahora rebaja el consumo medio hasta los 8,4 l/100. En diésel está el 2.2 CRDI de 197 CV que sigue como siempre y homologa un consumo de entre 6,3 y 7,4 l/100 dependiendo de si está equipado con caja automática y tracción total o delantera.
Es de suponer que estas mejoras lleguen a nuestro mercado el año que viene, cuando Hyundai refresque su cupo para importar y vuelva a ofrecer al público este SUV fabricado en Corea.