Las cosas para el gigante del norte están realmente difíciles y no hay prácticamente jornada que no arroje noticias. Hace algunas horas informamos sobre las intenciones de practicar un cierre extendido de sus plantas en EE.UU. durante el verano boreal con un impacto negativo en la producción de 170.000 unidades (e las 47 fábricas se sabe que quedarán en pie sólo 34 antes de que concluya 2010 y serán apenas 31 hacia 2012); hoy las novedades indican una drástica reducción de la red oficial de ventas (prácticamente el 50%) antes del 2014 y la virtual defunción en el próximo ejercicio y tras más de 80 años de vida, de una de sus marcas emblemáticas: Pontiac.
En la actualidad los puntos de ventas alcanzan a 6.200 locales (quedarán 3.600 en 2010) y se sabe que las medidas anunciadas repercutirán de manera insoslayable en la tasa de desempleo. Se prevé también un ofrecimiento de acciones a los principales acreedores del grupo para achicar el pasivo: en ese sentido, la fecha límite impuesta por el gobierno de Obama está cada vez más cerca, ya que el primero de junio se decide una nueva ayuda o la quiebra controlada.
Para dejar satisfechos al Departamento del Tesoro norteamericano el cambio de créditos por acciones debe alcanzar una cifra por demás significativa: el 90%. De todas las marcas del grupo parece se que quedarán cuatro: Chevrolet, Cadillac, Buick y la división de comerciales GMC.
Pontiac no entró en este cuarteto de sobrevida y dejará de ser tal en el próximo año. Sobre Hummer, Saturn y Saab, las otras marcas del consorcio las fuentes oficiales aseguran que están en tratativas de venta.