Ford Motor, la única automotriz operando sin préstamos gubernamentales, publicó los resultados del primer trimestre de 2009, y aunque no son del todo buenos, podrían calificarse como positivos. La marca del óvalo perdió u$s1.400 millones durante el primer trimestre, menos de lo esperado por analistas e inversores.
Ford finalizó el primer trimestre con reservas de efectivo de u$s 21.000 millones, más que los u$s 13.000 millones de finales de año pasado. La pérdida neta para el primer trimestre fue de u$s 1.400 millones, comparado con el ingreso neto de u$s 70 millones anuales anterior.
Ford, el cual los analistas estiman necesita de u$s 9.000 millones a u$s 10.000 millones en efectivo para costear operaciones, está tratando de evitar un plan de rescate, mientras que las ventas de automóviles en EEUU registran la baja más grande en 27 años. Sus rivales de Detroit-Chrysler LLC y General Motors- sobreviven con u$s 17.000 millones en préstamos norteamericanos y están a la vera de una bancarrota.
“Nuestros resultados durante el primer cuatrimestre reflejaron el extremadamente complejo entorno de negocios y débil demanda para los autos alrededor del mundo”, aseguró el CEO Alan Mulally en un comunicado.
Los ingresos de Ford cayeron mientras que las ventas de vehículos en EE.UU. bajaron un 44.4% en medio de una recesión que ya es la más grande desde la Gran Depresión. Ford dijo que los ingresos decayeron de u$s 39.000 millones a u$s 24.000 millones.
La pérdida fue menor que las proyecciones de los analistas. Según la consultora Standard & Poor´s: “Ford se diferencia exitosamente de sus competidores domésticos heridos, en cuanto a performance operativa y con consumidores”.
Los analistas creen que la mayor parte de la reducción de gasto de efectivo vino de un corte de costos estructural. Ford espera algunas mejoras en la economía norteamericana para la segunda mitad del año.
Los directivos del Ovalo esperan contar con suficiente efectivo para lo que resta de 2009, y a pesar de un “muy difícil entorno”, están confiados en atravesar el año de la mejor manera posible.