Desde toda perspectiva, el Cooper Clubman es inconfundiblemente un MINI y llama especialmente la atención por sus nuevas proporciones. Al volante se puede disfrutar del carácter inconfundible de un MINI, pero por detrás de los asientos posteriores empieza la nueva experiencia MINI, con renovadas ventajas.
De esta manera, se trata del sucesor moderno de tres clásicos legendarios: el Morris MINI Traveller, el Austin MINI Countryman y el MINI Clubman Estate, que durante la década de los años sesenta contribuyeron al gran éxito que tuvo el coche original de todos los automóviles compactos.
Desde cualquier ángulo, el nuevo MINI Clubman es inconfundiblemente un MINI, aunque sorprende por su diseño peculiar. Siendo una nueva interpretación del concepto “shooting-brake”, cuenta con proporciones específicas, la zaga tiene una nueva configuración y sus puertas están dispuestas de manera innovadora.
Su nueva puerta “split-door” cuenta con dos hojas que se abren hacia los costados. En lado derecho del coche se encuentra la puerta “clubdoor”, que se abre en sentido contrario para facilitar el acceso a los asientos traseros. En la parte posterior del habitáculo, el MINI Clubman es más espacioso, ya que, en comparación con el MINI convencional, ofrece ocho centímetros más a la altura de las rodillas, lo que se explica por la mayor distancia entre los ejes de este modelo.
En total, el MINI Clubman es 24 centímetros más largo que el MINI. Por ello, abriendo la puerta Splitdoor se accede a un portaequipaje más espacioso, de 260 litros. Además, es posible abatir total o parcialmente el respaldo de la banqueta posterior, por lo que la capacidad de carga puede aumentar hasta 930 litros.
El nuevo MINI Clubman ofrece más posibilidades y, al mismo tiempo, entusiasma por las cualidades que caracterizan a la marca. Entre ellas, la incomparable agilidad del coche. También a los mandos del MINI Clubman se disfruta al máximo de la conducción, gracias a la sofisticada tecnología de su chasis, única en el segmento de los coches pequeños, y también gracias a sus motores de gran potencia, excepcional capacidad de recuperación y ejemplar eficiencia.
Las prestaciones de las variantes correspondientes del modelo MINI Clubman apenas se diferencian de los respectivos modelos de base. Concretamente, el MINI Cooper S Clubman, que se comercializará en la Argentina tiene el motor de 175 CV es capaz de acelerar en 7,6 segundos de 0 a 100 km/h, su velocidad punta es de 224 km/h, consume 6,3 litros a los 100 km/h y su valor de CO2 es de 150 g/km.
El combo se completa con el MINI Cooper Clubman (la oferta local sólo está integrada por la versión S) que lleva el motor 1.6 de 120 CV, acelera de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos, alcanza una velocidad máxima de 201 km/h, consume 5,5 litros a los 100 km y tiene un valor CO2 de 132 g/km.
Todas las variantes del MINI Clubman están equipadas de serie con una caja de cambios manual de seis marchas. Todos los motores ahora también pueden combinarse opcionalmente con una caja de cambios automática de seis marchas con función Steptronic para la selección manual de las marchas.
La nueva dirección asistida electromecánicamente EPAS (Electrical Power Assisted Steering) garantiza una conducción muy precisa al trazar curvas a alta velocidad y en materia de seguridad se llevó cinco estrellas en las pruebas Euro NCAP.
La obtención de este resultado en las pruebas de choque se debe a que este coche compacto dispone de una carrocería concebida desde un principio para ofrecer un alto grado de seguridad pasiva. Esta carrocería, con desvíos definidos de las fuerzas de impacto y con zonas de deformación programada, es un factor fundamental de seguridad, además del equipamiento de seguridad de serie (que incluye seis airbags, cinturones de seguridad de tres puntos en los cuatro asientos y anclajes ISOFIX para asientos de niños en las plazas traseras) y de la unidad electrónica central de control de sistemas de seguridad, para activar los equipos de retención apropiados según la situación.
MINI Cooper Clubman S: u$s45.900
HISTORIA
El MINI Clubman, gracias a su versatilidad, interpreta los conceptos de diseño «shooting brake» tradicionales, acentuando la deportividad y la funcionalidad del coche con su línea fluida y alargada.
De esta manera, se trata del sucesor moderno de tres clásicos legendarios: el Morris Mini Traveller, el Austin Mini Countryman y el Mini Clubman Estate, que durante la década de los años sesenta contribuyeron al gran éxito que tuvo el coche original de todos los automóviles compactos.