Finalmente, y cuando todo parecía indicar que General Motors desistiría de desprenderse de su brazo alemán, la automotriz arribó a una decisión. Opel será vendido a la autopartista Magna y el gobierno de Angela Merkel respira aliviado.
Luego de dos días de cumbres y reuniones en Detroit, la junta directiva de General Motors aprobó la venta del 55% de Opel/Vauxhall al consorcio formado por la autopartista Magna y Sberbank (financiera rusa de propiedad estatal).
Bajo el nuevo acuerdo, Magna/Sberbank tendrá el 55% de la nueva Opel, General Motors se quedará con el 35%, y finalmente los trabajadores de la firma recibirán el 10% restante.
El desarrollo de nuevos productos se realizará de forma de coordinada entre matriz y “ex-filial”, de forma tal que Estados Unidos y Europa podrán compartir modelos y tecnologías. General Motors y Magna/Sberbank tendrán listo un acuerdo definitivo en las próximas semanas, que se plasmará en la escisión de Opel en los próximos meses.